19 de julio de 2024

Cinco tecnologías que cambiarán la movilidad eléctrica

Las cinco tecnologías que cambiarán la movilidad eléctrica

Índice

  • Baterías de estado sólido
  • Carga inalámbrica
  • Inteligencia artificial para la movilidad eléctrica
  • Materiales más ligeros y avanzados
  • Infraestructura de recarga ultrarrápida

La movilidad eléctrica está evolucionando rápidamente, transformando el modo de transporte en todo el mundo. Con la innovación en constante avance, varias tecnologías emergentes prometen revolucionar aún más el sector.

En los últimos años, la mayor concienciación medioambiental, las normativas gubernamentales más estrictas y los rápidos avances tecnológicos han acelerado la adopción de los coches eléctricos.

Sin embargo, aunque los vehículos eléctricos son cada vez más habituales en las carreteras, aún quedan muchos retos que afrontar para que se conviertan en una opción masiva. La autonomía de las baterías, los tiempos de carga, la infraestructura de recarga y los costes de producción son solo algunas de las cuestiones que siguen haciendo dudar a muchos sobre este tema.

En Powy hemos identificado en este artículo cinco futuras innovaciones disruptivas que transformarán aún más el sector de la movilidad eléctrica. Las innovaciones que vamos a explorar podrían mejorar la eficiencia y la fiabilidad de los vehículos eléctricos, haciendo que la experiencia de conducción sea más cómoda y agradable para los usuarios.

Desde baterías más avanzadas hasta infraestructuras de recarga de nueva generación, estas tecnologías podrían ayudar a superar ciertas limitaciones, allanando el camino para un futuro en el que los vehículos eléctricos puedan convertirse en la norma y no en la excepción. 

1. Baterías de estado sólido

La investigación sobre baterías está en constante ebullición para crear productos más eficientes y reducir el uso de materias primas caras, como se detalla en diversos estudios y artículos, como este análisis de Motus-E. En este contexto, las baterías de estado sólido representan una de las innovaciones más prometedoras en el campo de la movilidad eléctrica. A diferencia de la mayoría de las tecnologías relacionadas, que utilizan un electrolito líquido, estas baterías emplean un electrolito sólido, lo que ofrece numerosas ventajas.

Las baterías de estado sólido proporcionan una mayor densidad energética, lo que permite que los vehículos tengan una mayor autonomía gracias a su capacidad para almacenar más energía que las baterías convencionales de iones de litio. Esto podría permitir planificar viajes más largos sin necesidad de recargas frecuentes, lo que haría que los vehículos eléctricos fueran más prácticos para el uso diario y los viajes largos.

También garantizan una mayor seguridad , ya que son menos propensas a los riesgos de incendio y explosión, lo que mejora la seguridad general del vehículo. Las baterías de estado sólido no contienen electrolitos líquidos inflamables, lo que reduce el riesgo de sobrecalentamiento y posibles incendios.

Por último, estas baterías prometen un menor deterioro con el paso del tiempo que los estándares actuales, lo que reduce la necesidad de sustituirlas con frecuencia: la estabilidad química de estas baterías las hace menos propensas a la degradación, lo que aumenta su vida útil.

Las baterías de estado sólido están pasando de la fase de investigación y desarrollo a la de producción comercial, y varias empresas automovilísticas tienen previsto introducirlas en sus vehículos en la próxima década. Empresas como Toyota y BMW están invirtiendo mucho en esta tecnología, que consideran el futuro de la movilidad eléctrica.

2. Carga inalámbrica

La recarga inalámbrica para coches eléctricos es otra tecnología llamada a transformar la forma en que cargamos nuestros vehículos. Este sistema permite recargar las baterías sin necesidad de cables, mediante inducción electromagnética. 

Al eliminar la necesidad de conectar físicamente el vehículo a una estación de carga, la carga inalámbrica ofrece una solución más cómoda y sencilla para muchas personas. De implantarse, esta solución permitiría a los propietarios de vehículos eléctricos recargar sus coches simplemente aparcando sobre un cargador inalámbrico.

Para que funcione, la recarga inalámbrica tendría que integrarse directamente en calles y aparcamientos, facilitando la recarga de los vehículos mientras están aparcados. Esta tecnología también podría utilizarse para recargar vehículos en movimiento, como en el caso de los autobuses eléctricos, que podrían recargarse durante las paradas de subida y bajada de pasajeros.

Aunque aún quedan retos técnicos e infraestructurales por superar, la recarga inalámbrica está ganando terreno. Por ejemplo, en la ciudad de Detroit, Electreon inauguró la primera vía pública de Estados Unidos con carga para vehículos eléctricos. La tecnología de Electreon carga los vehículos eléctricos cuando cruzan, a través de sistemas de carga incrustados en la superficie de la calzada.

3. Inteligencia artificial y aprendizaje automático para la e-movilidad

La inteligencia artificial y el aprendizaje automático están revolucionando muchas industrias, y la movilidad eléctrica no es una excepción. Estas tecnologías, ya presentes en varios vehículos, prometen optimizar aún más muchos aspectos de los coches y motos eléctricos y sus sistemas de asistencia.

En primer lugar, algoritmos avanzados pueden controlar y gestionar el estado de las baterías, mejorando su eficiencia y longevidad. Por ejemplo, la IA puede predecir cuándo una batería necesita mantenimiento o recarga, optimizando su uso y reduciendo los costes operativos.

La IA también es crucial para el desarrollo de vehículos autoconducidos, que podrían reducir el consumo de energía optimizando las rutas y mejorando la seguridad vial. Los vehículos autónomos pueden coordinarse entre sí para evitar el tráfico y los accidentes, haciendo el transporte más eficiente y seguro.

Por último, el aprendizaje automático puede predecir y prevenir averías, reduciendo los costes de mantenimiento y aumentando la fiabilidad de los coches. Los sensores avanzados y los algoritmos de análisis de datos pueden identificar posibles problemas antes de que se produzcan, aumentando la durabilidad de los vehículos.

Las aplicaciones de la IA en la movilidad eléctrica son amplias y están en expansión. Empresas como Tesla ya utilizan la IA para mejorar el rendimiento y la fiabilidad de sus vehículos eléctricos, y el futuro promete más innovaciones en este campo.

4. Materiales más ligeros y avanzados

El uso de materiales ligeros e innovadores puede mejorar notablemente la eficiencia energética y las prestaciones de los vehículos eléctricos del futuro. futuro. Materiales como la fibra de carbono, el aluminio de alta resistencia y los compuestos avanzados pueden reducir el peso de los vehículos sin comprometer la seguridad. Un vehículo más ligero requiere menos energía para moverse, lo que se traduce en mayor autonomía y menores costes.

La fibra de carbono, por ejemplo, es cinco veces más resistente y dos veces más rígida que el acero, al tiempo que pesa bastante menos. Este material ya se utiliza en algunos deportivos de lujo y vehículos de carreras, pero también empieza a encontrar aplicación en los vehículos eléctricos de consumo. Sin embargo, el elevado coste de la fibra de carbono supone un reto para su adopción a gran escala. La investigación y el desarrollo están tratando de encontrar formas de reducir los costes de producción haciendo que este material sea más asequible.

Otra innovación prometedora es el uso de materiales compuestos avanzados, que combinan dos o más materiales para conseguir propiedades superiores. Por ejemplo, los compuestos de matriz polimérica pueden reforzarse con fibras de vidrio o carbono para mejorar la resistencia y la rigidez sin aumentar el peso. Estos materiales pueden moldearse en formas complejas, lo que permite diseños de vehículos eléctricos más flexibles e innovadores.

5. Infraestructura de recarga rápida y ultrarrápida

Las infraestructuras de recarga ultrarrápida son cruciales para la adopción masiva de vehículos eléctricos. Estas estaciones de carga pueden recargar un vehículo en cuestión de minutos, lo que reduce significativamente el tiempo necesario para la recarga en comparación con las estaciones convencionales. 

Con tiempos de recarga significativamente reducidos, los usuarios pueden utilizar los vehículos eléctricos de forma más cómoda y rápida, consiguiendo tiempos derepostaje similares a los de los coches de combustión. Esto podría hacer de los vehículos eléctricos unaopción más atractiva para un mayor número de usuarios.

Además, las estaciones de recarga ultrarrápida hacen más factibles los viajes de larga distancia, aliviando una de las principales preocupaciones de los usuarios de vehículos eléctricos. Estas estaciones pueden instalarse a lo largo de autopistas y otros lugares estratégicos, facilitando los viajes largos sin la preocupación de encontrar una estación de carga.

Las empresas están invirtiendo enormemente en el desarrollo de esta infraestructura. Por ejemplo, la red de recarga de Powy se amplía día a día con nuevos puntos de recarga de diferentes potencias, incluidas infraestructuras que superan los 150 kW, que ofrecen una experiencia de recarga asequible y de vanguardia.

El futuro de la movilidad eléctrica

La movilidad eléctrica va a cambiar radicalmente en los próximos años gracias a tecnologías innovadoras. Las baterías de estado sólido, la carga inalámbrica, la inteligencia artificial, los vehículos de pila de combustible de hidrógeno y la infraestructura de carga ultrarrápida son solo algunas de las innovaciones que nos esperan, según los expertos. Estos avances no sólo mejorarán la experiencia del usuario, sino que también contribuirán a un futuro más sostenible y eficiente desde el punto de vista energético.

En Powy apoyamos la innovación en e-movilidad instalando y gestionando la infraestructura de recarga -que suministra energía 100% renovable- necesaria para el presente y el futuro de los conductores de vehículos eléctricos. Unas políticas favorables, la inversión en investigación y desarrollo y la creación de infraestructuras adecuadas serán cruciales para aprovechar todo el potencial de la movilidad eléctrica en todo el mundo: con un esfuerzo colectivo, podemos imaginar un futuro en el que los vehículos eléctricos no solo serán habituales, sino que estarán en el centro de un sistema de transporte sostenible e innovador.