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Movilidad sostenible

La movilidad sostenible es un enfoque del transporte que pretende satisfacer las necesidades de desplazamiento de personas y mercancías de una forma sostenible desde el punto de vista medioambiental, social y económico. El objetivo principal es crear un sistema de transporte que minimice los impactos negativos sobre el planeta, promueva la equidad social y apoye el crecimiento económico sostenible.

Los principios básicos de la movilidad sostenible incluyen:

  • Reducir el impacto ambiental: minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación atmosférica y acústica y el consumo de recursos no renovables.
  • Equidad social: Garantizar el acceso a los servicios de transporte a todos los ciudadanos, independientemente de su renta, edad o capacidad.
  • Eficiencia económica: optimizar el uso de infraestructuras y medios de transporte, reduciendo los costes a largo plazo.
  • Seguridad: crear un sistema de transporte seguro para todos los usuarios de la carretera.

La movilidad sostenible se consigue mediante diversas estrategias y la adopción de distintos modos de transporte, entre ellos:

  • Movilidad activa: fomento de los desplazamientos a pie y en bicicleta.
  • Transporte público: Inversión y mejora de los servicios de autobús, tren, tranvía y metro.
  • Movilidad compartida: Apoyo a los servicios de carsharing, carpooling y bike-sharing.
  • Gestión de la demanda de transporte: Aplicación de políticas para reducir la necesidad de desplazamientos no esenciales.
  • Utilización de vehículos de bajas emisiones: Fomento de la adopción de vehículos con un impacto medioambiental reducido.

El papel de la movilidad eléctrica en la movilidad sostenible

La movilidad eléctrica es un elemento clave para alcanzar los objetivos de la movilidad sostenible. Los vehículos eléctricos, propulsados por electricidad en lugar de combustibles fósiles, contribuyen significativamente a:

  • Reducen la contaminación atmosférica local: al no emitir gases de escape, mejoran la calidad del aire en las zonas urbanas.
  • Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero: sobre todo si la electricidad utilizada procede de fuentes renovables.
  • Reducción de la contaminación acústica: los motores eléctricos suelen ser más silenciosos que los motores de combustión interna.
  • Fomento de la eficiencia energética: los vehículos eléctricos pueden ser más eficientes energéticamente que los convencionales.

En conclusión, la movilidad sostenible es un concepto amplio que engloba diferentes estrategias y modos de transporte. La movilidad eléctrica es una de las tecnologías más prometedoras y un elemento clave en la transición hacia un sistema de transporte más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.